Ya desde el primer día es muy importante enseñar a tu felino dónde están sus cosas para gatos, para que pueda empezar a relacionarse con ellas y aprender a usarlas. Le resultará muy fácil gracias a su famosa curiosidad y capacidad de adaptación. Es también fundamental que conozca la ubicación de sus objetos personales para que aprenda las reglas principales de convivencia desde el principio.
Para que este aprendizaje inicial ocurra de la forma más agradable y fluida posible, es imperativo que le des a ese gato pequeño mucho cariño y que le hables con tono afectuoso, para que puedas ganarte su confianza y sea más receptivo al aprendizaje. En primera instancia nuestro objetivo será que nos lama, lo que nos hará entender que ya nos considerará como de la familia.
Diferencia entre educar y adiestrar a un gato
A menudo se suelen confundir estos dos conceptos que, aunque sí en ambos casos se trata de procesos de aprendizaje, poseen una finalidad muy diferente. Cuando hablamos de educación nos referimos al enseñar a nuestra mascota esos hábitos fundamentales para conseguir una convivencia lo más amena posible mientras que, en el caso del adiestramiento, nos referimos a la instrucción de una acción muy concreta. Por ejemplo, puedes educarle para que use el arenero o el rascador, pero adiestrar a un gato significa que se acerque a ti cuando le llames por su nombre.
Reglas para educar a un gato
- Usa siempre las mismas expresiones cuando reaccionas a un comportamiento no deseado. Si cambias de expresión, como «No», «Para», «Gato malo», «Eso no se hace», etc, lo único que obtendrás será desorientar a tu gato. Elige una y mantenla, así tu gato asociará esa frase a su comportamiento incorrecto.
- No le pegues nunca, sólo conseguirás destruir la relación de confianza entre ambos. Es preferible que le levantes la voz, le asustes (tipo con una palmada fuerte de manos) o le rocíes con un poco de agua.
- Actúa inmediatamente para que tu gato asocie tu reacción con la acción que acaba de cometer. Si le regañas luego, a lo mejor si ya está acostado en su cama para gatos, relacionará tu reacción con el lugar donde se encuentra y no obtendrás el efecto deseado. De ser así, deberás comerte tu enfado y esperar a que vuelva a cometer la misma travesura para poder castigarlo.
- No le acaricies ni le des de comer durante los primeros 20 minutos después de regañarle. Interpretará tu acción como una recompensa y lo confundirá.
- Respeta sus derechos. Por ejemplo, si puede subirse al sofá no puedes prohibirle subirse mientras tengas visitas. Eso hará que se disguste mucho.
- Sé riguroso con las reglas, nada de excepciones. Si tiene prohibido subirse a la cama, no puedes dejar que se suba sólo porque estás triste o enfermo. Tu gato lo verá como una anulación de esa regla y te resultará muy cuesta arriba el volver a instaurarla.
- Recompensa las buenas acciones. Si tu gato se comporta bien o sigue las reglas que has establecido, dale un premio. Tu gato lo interpretará como un comportamiento aceptable y le será más fácil de repetir.
Importancia del «refuerzo positivo»
Hablamos de refuerzo positivo cuando recompensamos el cumplimiento de las reglas con un premio. Los gatos son, por naturaleza, traviesos. Por esta razón es esencial recurrir a esta técnica para hacerle entender cuándo se está comportando correctamente, para que le sea más simple aprender lo que está bien.
No es necesario premiarlo exclusivamente con comida, puedes también hacerlo a través de palabras amables o caricias. De la misma forma que tienes que regañarle, también debes recompensarle. Una carantoña o una chuche enseguida después de la acción querida le permitirá reconocerla mejor.
Si se comporta de algún modo que no quieres, como el arañarte para llamar tu atención, tienes que ignorarle, para que se de cuenta que arañarte no es la forma de cumplir su objetivo. Es normal que tu gato busque constantemente tu atención así que, de ser así, intenta pasar más tiempo con él, pasando el rato jugando o dándole cariño.
Cómo enseñar a tu gato a no morder
Cuando tu gato es muy pequeño, es decir hasta las tres semanas de vida, debes dejar que mordisquee porque es fundamental que lo haga porque es un comportamiento necesario para que pueda explorar su entorno. Después de esa etapa, puedes emitir un pequeño chillido y dejar de jugar con él inmediatamente para que relacione el final del juego con su comportamiento erróneo.
Evita también sobreexcitar a tu gatito para que no muerda o arañe. Este es un comportamiento habitual porque los gatos entran en modalidad de caza cuando se aceleran. Si eso pasa, no le regañes porque simplemente está obedeciendo a un comportamiento ancestral que está impreso en el ADN de los gatos.
Lo que puedes hacer es usar juguetes de lana o de tipo caña de pesca para que pueda desahogar su necesidad de arañar y morder sobre esos objetos.
Cómo educar a tu gato a no arañar los muebles
Afilar las uñas en los muebles es una costumbre muy típica de los gatos y, por este motivo, te costará bastante esfuerzo eliminar este comportamiento, así que ten en cuenta que es muy probable que algunos de tus muebles preferidos terminen con algunos arañazos.
Lo más simple es direccionar ese hábito hacia el uso de un árbol rascador para gatos más que intentar eliminarlo, dado que más que una costumbre para ellos es una necesidad. Una forma de acostumbrarles a usar el rascador es a través de su objeto favorito. Si éste es un mueble alto, intenta comprar un rascador de distintas alturas. En el mercado existen muchos modelos distintos de diversas alturas, con gadgets muy divertidos que le incentivarán para relacionarse con él. Empieza colocándole cerca de ese mueble al que tanto le gusta rascar o en el lugar donde está ubicado el mismo.
Si ves a tu gato rascando algún mueble, colócalo inmediatamente sobre el rascador para que empiece a acostumbrarse a él. De nuevo, recuerda usar el refuerzo positivo. Puedes colocar chuches cerca o sobre el rascador o puedes acariciarle cuando se encuentre sobre él, para que pueda darse cuenta de que es un sitio tranquilo y divertido. Otra opción para que se acerque y se acostumbre es la de rociar o colocar catnip sobre el mismo.
Educar a tu gato a usar el arenero
Para enseñar a un gato a usar el arenero es importante llevarlo ante él para que se acostumbre. Puedes colocarlo delante después de comer o de jugar o al levantarse. Si ves que tiende a hacer sus necesidades en un lugar específico de tu casa, coloca ahí el arenero.
Es importante comprarlo que sea de dimensiones en la que tu gato pequeño se encuentre cómodo. Es decir, que la entrada no esté demasiado alta para él ni que éste sea demasiado pequeño. Recuerda también echar una cantidad de arena suficiente tanto si eliges la mejor marca de arena aglomerante como otro tipo, para que pueda enterrar sus excrementos. Si le echas demasiado, tirará un montón de arena en los alrededores de la caja cuando quiera tapar sus heces. Ten también en cuenta que el arenero debe estar limpio y hacerlo muy a menudo para que tu gato continúe usándolo, al menos una o dos veces al día.
En este post sobre cómo adiestrar a un gato nos hemos centrado más en la educación que en el adiestramiento como concepto más específico y más complejo de conseguir en el caso de los felinos domésticos. Sobre este tema cabe subrayar que la base reside en enseñar a través del condicionamiento, es decir enseñarles a asociar la acción que queremos que cumplan con un determinado comando de parte del adiestrador.
En el caso del adiestramiento de gatos, resulta muy efectivo el uso del clicker. Se trata de un aparato que, cuando lo aprietas, emite un sonido similar a un chasquido. En el caso que el gato cumpla con la acción requerida después del clicker, se le recompensará con un premio como, por ejemplo, una chuche o snack. Se puede usar este tipo de técnica incluso para corregir comportamientos negativos. Es también importante no castigar a tu gato en caso de que no se ejecute la acción deseada, basta seguir con el adiestramiento. Así que, ármate de paciencia.