Antes de nada debemos fijarnos en los síntomas que muestra el animal, si los estornudos son frecuentes o si tiene secreción nasal. De esta manera es posible que nosotros mismos nos demos cuenta de si tenemos delante a un gato resfriado o si los estornudos se deben a otro problema.
Principales motivos por los que un gato estornuda
Nuestro gato puede darnos muchas señales sobre las causas de los estornudos, pero no siempre somos capaces de identificarlas. Para que tengas una guía sobre las distintas razones que pueden hacer que un gato estornude, te contamos las principales causas y cómo identificarlas.
- Inmunodeficiencia felina. Es una enfermedad relativamente habitual en gatos que tienen acceso al exterior. Provoca una bajada de las defensas del gato que puede provocar un estornudo constante además de síntomas como diarrea, fiebre, pérdida del apetito o una bajada de peso. Aunque parezca alarmante debes saber que es una enfermedad con tratamiento.
- Infecciones bacterianas. Se trata de enfermedades muy contagiosas provocadas por bacterias y que pueden afectar a las vías respiratorias superiores. En este caso, si hay otros gatos en casa, es importante evitar que puedan contagiarse.
- Infecciones virales. Entre las más comunes están el virus del herpes y el calicivirus felino. De nuevo, pueden contagiarse de uno a otro, aunque en este caso los estornudos suelen estar asociados al hecho de que el gato tenga fiebre. Es muy importante tratar este tipo de infecciones ya que pueden derivar en una neumonía.
- Alergias. Todos los animales pueden tener alergias y los gatos no iban a ser menos. Las pueden provocar desde el polvo de casa al polen de alguna planta haciendo que su mucosa nasal se irrite.
- Presencia de un cuerpo extraño en la nariz. En ocasiones, se puede meter un pelo, una pelusa o cualquier objeto pequeño en la cavidad nasal haciendo que el gato estornude constantemente para tratar de sacarlo.
Qué hacer si mi gato estornuda mucho
El mejor consejo que podemos darte si tu gato estornuda es que acudas a tu veterinario para que un profesional pueda valorarlo y encontrar el origen del problema. Dependiendo del diagnóstico le aplicará un tratamiento adaptado y que consistirá en:
- Antibióticos. Si el veterinario detecta una infección bateriana es muy probable que recomiende estos fármacos para poder ponerle solución antes de que puedan aparecer problemas mayores como la neumonía.
- Medicamentos específicos. En caso de inmunodeficiencia, herpes felino o calicivirus habrá que aplicar tratamientos centrados a paliar las enfermedades.
- Cambios de dieta con la prescripción de un nuevo pienso hipoalergénico para gatos para solucionar alergias alimentarias.
- Antihistamínicos para alergias ambientales.
Además, en caso de que tu gato tenga un simple resfriado, tu veterinario puede recomendarte suplementos alimenticios para reforzar su sistema inmunológico.