El fascinante gato bengalí es resultado del cruce entre un minino doméstico y un gato leopardo asiático. A pesar de su apariencia salvaje es un felino muy manso. Tiene un cuerpo atlético y un carácter activo por lo que siempre está dispuesto a jugar y a correr incansablemente cuando le lances una pelota. Le encanta el agua, afición que comparte con el gato savannah y si ve el grifo abierto no te sorprenda que juegue con ella. Tiene un maullido característico, un tanto diferente al resto de los demás gatos que nos puede recordar a sus parientes más salvajes. Este gato de porte y andares de un gran felino es un adorable compañero doméstico.
Gato Bengalí
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Origen: EEUU.
Peso: De 3 a 8 kg.
Carácter: Cariñoso y curioso.
Color: Tonalidad desde el marfil hasta el naranja con manchas negras.
Pelaje: Corto.
Cabeza: Cabeza ancha y en forma de cuña.
Orejas:Pequeñas.
Ojos: Ovalados. De color marrón, azul, ámbar y verde.
Cuidados
El gato bengalí no requiere cuidados especiales. Realiza un cepillado de su espectacular pelaje de vez en cuando y así resaltará ese brillo especial que le hace tan único. Las puntas del pelo son translúcidas y con la luz se perciben pequeños destellos. Es conveniente que sigas las vacunaciones y revisiones periódicas con su veterinario para detectar cualquier problema de salud que pueda aparecer. Se ha comprobado que algún ejemplar puede padecer enfermedades de carácter genético como luxación de rótula o miocardiopatía hipertrófica. También podría desarrollar problemas intestinales. Si empiezas a observar que hace heces más blandas o que deja de comer consulta a su veterinario para ponerle un tratamiento y fortalecer su flora intestinal con un probiótico adecuado.
Historia
Aunque se han encontrado documentos del siglo XIX que hablan de cruces entre gatos domésticos y gatos leopardos asiáticos no es hasta los años 60 del siglo XX en EEUU cuando surge por azar esta raza tan exótica. En esta ocasión el cruce de un macho de pelo negro con una hembra de gato leopardo procedente de Asia da lugar a la raza de gato bengalí que conocemos en la actualidad. Jean Mill experta en genética inició en los años 70 la cría del gato de Bengala para realizar investigaciones a cerca de la inmunidad de la leucemia felina. Los resultados del proyecto indicaron que esta raza parecía que tenía una inmunidad parcial pero no estaban exentos de ella.