El fascinante gato bengalí es resultado del cruce entre un minino doméstico y un gato leopardo asiático. A pesar de su apariencia salvaje es un felino muy manso. Tiene un cuerpo atlético y un carácter activo por lo que siempre está dispuesto a jugar y a correr incansablemente cuando le lances una pelota. Le encanta el agua, afición que comparte con el gato savannah y si ve el grifo abierto no te sorprenda que juegue con ella. Tiene un maullido característico, un tanto diferente al resto de los demás gatos que nos puede recordar a sus parientes más salvajes. Este gato de porte y andares de un gran felino es un adorable compañero doméstico.
