Gato Bombay

Gato bombay

El gato bombay es la Bagheera del mundo gatuno. Descendiente del gato birmano o burmés es un minino bastante musculoso y ágil que saltará sin esfuerzo donde se le ocurra. Puede presumir de inteligente porque aprende fácilmente a divertirse con juegos interactivos que inspeccionará de manera interesante. Le gusta la compañía familiar y es muy apegado. Demandará tu atención con maullidos suaves y dulces para sepas que está ahí y le prestes un poco de atención. Su mirada de ojos dorados te seducirá de manera irresistible y no podrás evitar darle cariñitos. A este gato de pelo negro azabache no le importará dar un paseo con su correa disfrutando del aire libre contigo. Siempre que la temperatura sea cálida ya que no lleva muy bien pasar frío.

Origen: EEUU.
Peso: De 3 a 7 Kg.
Carácter: Cariñoso y apegado.
Color: Negro.
Pelaje: Corto.
Cabeza: Redondeada.
Orejas:Anchas.
Ojos: Redondos. Amarillos.

Cuidados

El bombay es un gato que no necesita que le proporciones demasiados cuidados porque goza de bastante salud. Si le das un cepillado de vez en cuando será suficiente para que tenga su pelaje cuidado. A su vez estimularás los aceites naturales que segrega la dermis para el cuidado del pelaje distribuyéndose mejor y aportando más brillo. Al margen de esto comparte con el gato birmano una enfermedad congénita que produce malformaciones en el cráneo manifestándose de inmediato al nacer. Se da de manera excepcional en algunos ejemplares y se puede realizar una prueba de ADN para identificar a los gatos que son portadores y evitar que aparezca.

Historia

El gato bombay parece ser que surge en Kentucky en EEUU, cuando la criadora Nikki Shuttleworth Horner pretende tener un gato negro parecido a su felina preferida Bagheera. Para tener su pequeña pantera selecciona un gato burmés cibelino y un gato americano de color negro de pelo corto. De este cruce nace la raza a la que denominará bombay. Los esfuerzos de esta criadora le llevan a que sus bellos ejemplares sean reconocidos oficialmente por la CFA en los 70 del siglo XX y años más tarde por la TICA. En algunos países como Gran Bretaña continúa siendo un gato sin un reconocimiento oficial.