El burmés es un gato de templo al igual que el siamés. En honor a ese origen espiritual tiene un carácter contemplativo y le encanta hacerlo sobre todo cuando se ha convertido adulto. El mejor lugar que le puedes ofrecer para ello es una cama colgante para gatos o hamaca colocada en la ventana. Allí podrá observar el entorno embelesado. Es un minino especialmente sociable y adora la compañía. Saldrá a conocer a todas las visitas que tengas investigando curiosamente con su nariz felina. Es muy inteligente y conversador. Te expresará sus necesidades o quejas gatunas con maullidos insistentes hasta que le prestes atención.
