Gato Persa

Gato Persa

El gato persa es una de las razas favoritas en el mundo entero. Su figura elegante es muy llamativa porque tiene un abundante y sedoso pelaje al que dan ganas de achuchar siempre. Tiene un carácter dulce y cariñoso y por eso buscará siempre tu compañía. Su temperamento tranquilo hace que sea un gran dormilón. En general es perezoso y le gusta estar plácidamente en el sofá. El gato persa es ideal para las personas muy gateras porque les encanta estar acompañados y disfruta mucho de estar en casa con su familia. .

Origen: Persia.
Peso: De 3 a 5 Kg.
Carácter: Tranquilo y pacífico.
Color: Pelajes unicolores: negro, crema, avellana, blanco, chocolate, azul. Pelajes bicolores y tricolores.
Pelaje: Largo.
Cabeza: Redonda.
Orejas:Pequeñas y redondeadas.
Ojos: Redondos y grandes. Verde, azul, cobrizo y avellana. Pueden tener uno ojo de color diferente al otro.

Cuidados

Los gatos persas necesitan que les des un cepillado meticuloso a diario para evitar los enredos y que trague demasiados pelos. Es importante que le hagas una limpieza de los ojos regularmente para prevenir posibles infecciones ya que lagrimean con frecuencia. Debido a la forma plana de su cara podría padecer alteraciones mandibulares y faciales e incluso respiratorias. Esta raza tiene tendencia a desarrollar con el tiempo la enfermedad renal poliquística por lo que te aconsejo un alimentación saludable y los chequeos rutinarios con  su veterinario. Al igual que el gato siberiano también puede desarrollar miocardiopatía hipertrófica. No es muy amigo de la actividad física por lo que nunca viene mal que le estimules a jugar con alguna caña o varita gatuna para que esté siempre en buena forma porque tiene tendencia a engordar.

Historia

El gato persa actual es fruto de un cruce entre el gato originario de Persia y el gato de angora turco. Por su gran belleza y su afabilidad es utilizado en épocas pasadas como un objeto de trueque de los comerciantes. El precioso valor del gato persa permite que llegue a Europa desde lugares lejanos del Medio Oriente y es en el siglo XIX cuando empieza a estar de moda para los aristócratas franceses e ingleses. La reina Victoria de Inglaterra es una apasionada de los gatos y tiene una gata persa a la que adora. Después esta preciosa raza extiende su fama a EEUU. Actualmente estos gatos son muy admirados y ocupan las primeras posiciones en el pedigree felino a nivel mundial.