El scottish fold es el gato de las orejas caídas. Su peculiaridad le ha hecho ser distintivo de las demás razas y muy popular. Esta característica del gato escocés se debe a una mutación genética y el cruce entre ejemplares que la presentan ha generado mucha controversia. Sus descendientes presentan defectos en las articulaciones que les produce mucho dolor. Por eso actualmente se ha prohibido el cruce de dos ejemplares de scottish fold por el consejo de Bienestar Animal de Bruselas. Este felino es muy sociable y bastante tranquilo. Le encanta estar acompañado y no le gusta demasiado la soledad. Enseguida te mostrará su alegría cuando llegues a casa con el lomo levantado y te rozará para decirte que está muy a gusto contigo.
