Gato Scottish Fold

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El scottish fold es el gato de las orejas caídas. Su peculiaridad le ha hecho ser distintivo de las demás razas y muy popular. Esta característica del gato escocés se debe a una mutación genética y el cruce entre ejemplares que la presentan ha generado mucha controversia. Sus descendientes presentan defectos en las articulaciones que les produce mucho dolor. Por eso actualmente se ha prohibido el cruce de dos ejemplares de scottish fold por el consejo de Bienestar Animal de Bruselas. Este felino es muy sociable y bastante tranquilo. Le encanta estar acompañado y no le gusta demasiado la soledad. Enseguida te mostrará su alegría cuando llegues a casa con el lomo levantado y te rozará para decirte que está muy a gusto contigo.

Origen: Escocia.
Peso: De 3 a 6 kg.
Carácter: Dócil y tranquilo.
Color: Admite todos los colores. Patrón color point excepto en blanco.
Pelaje: Corto.
Cabeza: Redonda.
Orejas:Plegadas.
Ojos: Redondeados.

Cuidados

El gato scottish fold necesita una limpieza minuciosa de sus peculiares orejas para prevenir otitis e infecciones que puedan desencadenar una sordera precoz. Su alimentación debe ser baja en calcio para que no refuerce el cartílago y pierda el pliegue que caracteriza a sus orejas, lo más adecuado es que lo comentes con tu veterinario de confianza. Además debes tener al día sus chequeos y vacunaciones. Esta raza de gato puede padecer enfermedades habituales en felinos domésticos y que tienen un componente genético como la miocardiopatía hipertrófica y la enfermedad renal poliquística que suele aparecer a los 7 años de edad. Su esperanza de vida es de 11 a 15 años.

Historia

La raza de gato scottish fold es descubierta en los años 60 por un pastor de una granja en Escocia. Una gata había nacido con una mutación genética y presentaba las orejas dobladas.  Años más tarde sus cachorros también presentaron esa particularidad despertando la curiosidad del matrimonio Ross, grandes aficionados a los gatos que adquieren una de las hembras de esa camada. A partir de ahí empiezan la reproducción del scottish fold cruzándolo con ejemplares de otras razas como el bristish shorthair o el gato común porque si se realiza entre dos ejemplares con el gen dominante que transmite el plegamiento de sus orejas da como resultado malformaciones en los cartílagos. Esto les produce con el tiempo mucho dolor en las articulaciones. En base a esto la crianza de esta raza se ha considerado un maltrato animal, y tal como se indica en los reglamentos de ASFE, la FIFE no reconocerá ninguna raza de gatos cuyas características puedan derivar en problemas de salud. Actualmente el cruce se hace con Scottish de orejas rectas o con el gato británico de pelo corto con el que se consiguen gatos sanos.