¿Es recomendable bañar a un gato?

Bañando a un gato
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Los gatos tienen fama de ser animales extremadamente higiénicos, además de enemigos acérrimos del agua. A diferencia de los perros y otras mascotas, a los que es recomendable bañar con frecuencia mensual, existe la leyenda urbana de que jamás se debe bañar a un felino. Así pues, ¿es o no recomendable bañar a un gato?

El baño no es dañino, pero sí desagradable

Asúmelo: a tu gato no le gusta el agua. De hecho, hay pocas razas de gatos que parecen tener tolerancia por la misma.

Sin embargo, sí es posible acostumbrar al minino a tomar baños periódicos si comenzamos desde cachorro, en el período de socialización, cuando más abiertos están a experiencias y sensaciones nuevas. Hay razas como el gato bengalí o el gato savannah a las que les gusta el agua quizás por su proximidad genética a los felinos salvajes.

Gato que se baña en un lavabo

¿Cada cuánto tiempo hay que bañar al gato?

La piel de los gatos está protegida con aceites esenciales naturales, que se pierden con el agua y el jabón, por lo que los baños repetidos eventualmente no son recomendables.

La tónica general es eludir el baño, a no ser que sea obligatorio porque la mascota se haya manchado con alguna sustancia tóxica, en cuyo caso hay que proceder al baño de urgencia, para evitar que en el autoaseo el animal ingiera el tóxico.

No obstante, determinados especialistas sugieren que puede ser positivo un baño cada 5 o 6 meses, siempre vigilando que éste no produzca irritación en la piel del felino.

Gato cachorro bañándose

Consejos para bañar a tu gato

  1. Utiliza protección: hasta los felinos más calmados se irritarán en la ducha y sacarán las garras. Unos guantes de jardinería te ayudarán a protegerte de arañazos. Si le cortas las uñas inmediatamente antes, tendrás menos peligro de arañazos inesperados.
  2. Llena la bañera con agua tibia antes de empezar: el sonido del agua corriendo puede aumentar el estrés de tu gato.
  3. Utiliza una alfombrilla antideslizante ayudará al gato a no resbalar en la bañera, además de protegerle a sí mismo y a ti de posibles daños.
  4. No dejes que el agua entre en los oídos de tu mejor amigo, ya que puede ser perjudicial. Ten cuidado a la hora de orientar el chorro de la ducha.
  5. Deja que el gato se habitúe al espacio antes de comenzar el proceso de baño. Recuerda: si tú estás tranquilo, el minino también lo estará.
  6. Utiliza siempre un champú específico para el tipo de pelaje de tu gato, con lo que ayudarás a proteger su piel y su pelaje.
  7. Una vez que salga de la bañera, retira inmediatamente el exceso de agua con una toalla y, si crees que va a tolerar el ruido del secador, puedes probar a acelerar el proceso con el mismo, especialmente en invierno.
  8. Ofrécele una chuche inmediatamente después de acabar: ayudarás a que relacione el momento del baño con algo positivo.

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