Sin duda alguna los comederos lentos o antivoracidad se han puesto de moda entre los amantes de los gatos. Y con mucha razón. Ya que presentan una serie de ventajas para nuestros compañeros de cuatro patas.
Satisface el instinto cazador de tu gato
En lugar de que simplemente agachen la cabeza y coman, con estos platos deben “cazar” la comida. Es decir, tienen que usar sus patas para poder conseguirla. Por eso algunos mininos acostumbran a tirar la comida fuera del comedero habitual. Lo que hace que estén mucho más tranquilos.
Evita el aburrimiento
Comer es casi como un juego, por lo que supone un momento divertido y hace que el día en general se vuelva menos aburrido. Haciendo que el gato esté activo y tenga entretenimiento. De esta manera evitamos además otros comportamientos negativos que pueden darse por el aburrimiento.
Previene la obesidad
Con estos dispensadores de comida los gatos comen de manera mucho más tranquila y relajada. Sin obsesionarse por la comida y de manera activa puedes ayudar a tu gato a prevenir problemas relacionados con el sobrepeso. El gato americano shorthair, el munchkin o el azul ruso son razas un tanto glotonas por lo que este tipo de comederos son muy apropiados para ellos.
Evita que tu gato vomite después de comer
Otra de las ventajas es que al comer poco a poco o bola a bola de pienso, la comida se digiere más lentamente y se procesa mucho mejor. Por lo que conseguimos que los gatos no vomiten después de comer por haber ingerido la comida demasiado rápido.
Características de estos comederos especiales
Este tipo de platos está disponible para perros y gatos en multitud de formas, tamaños y modelos. Aunque para que sean prácticos deben tener ciertas peculiaridades:
- Diseños que “dificulten” el acceso a la comida.
- Sistemas que impidan que puedan comer de una sentada toda la cantidad de comida y alarguen el tiempo.
- Base de goma antideslizante que permita interaccionar con el comedero sin que se mueva.