¿Cuáles son los parásitos de los gatos?
Un parásito es un pequeño ser vivo que vive dentro del cuerpo de otro, conocido como huésped, del que se alimenta. En el caso de los gatos, existe una gran variedad de parásitos, tanto externos (es decir, que se encuentran en el exterior de su cuerpo -orejas, pelaje, etc.-) como internos (que se alojan en los órganos internos del animal).
Los parásitos pueden causar todo tipo de molestias al animal, desde anemias a bloqueos intestinales, aunque normalmente no llegan a ser fatales.
Parásitos internos de los gatos o endoparásitos
Estos son los organismos más frecuentes en España:
- Gusano del corazón: se transmite por la picadura de mosquitos infectados, que inoculan larvas que viajan al corazón mediante el torrente sanguíneo. Una vez allí, el gusano crece, impidiendo el normal bombeo de sangre. En más común en perros que en gatos, pero para estos últimos no existe tratamiento, por lo que es más importante aún prevenir, lo que se hace mediante pastillas y pipetas tópicas.
- Gusanos intestinales: Pueden transmitirse de madres a hijos durante la preñez o en la lactancia y miden hasta 13 centímetros. Pueden ser de 2 tipos:
- Gusano plano: también conocido como tenia. Se contrae por comer cosas o animales contaminados.
- Gusano redondo: lombrices, exactamente iguales que las que sufren los niños pequeños.
Los gusanos intestinales pueden generarle al gato diarreas recurrentes, pérdida de peso, irritación en el ano y se pueden observar restos de los mismos en sus heces. Los comprimidos vía tópica son la mejor opción para prevenir este problema.
Parásitos externos o exoparásitos de los gatos
Se alojan en el exterior del animal, entre el pelaje o en sus orejas. Pulgas, garrapatas y mosquitos son los más comunes:
- Pulgas: se trata de pequeños insectos que se alojan entre el pelo del animal y se alimentan de su sangre. Aunque la picadura de pulga no es grave en sí misma, puede contagiar enfermedades si el insecto es portador. En el mejor de los casos, producirá al felino molestias como picor, comezón, irritación cutánea e, incluso, pérdida de pelo en la zona afectada. Pipetas para gatos (de aplicación tópica) e, incluso, collares antipulgas, son las mejores opciones para impedir su proliferación.
- Garrapatas: también se alimenta de sangre, aunque en este caso cuando encuentra a su presa se agarra a la misma en una única picadura, en la que extrae tanta sangre que acaba por hacerse visible. Las garrapatas son transmisoras de enfermedades infecciosas a mascotas y humanos y, si no se extraen de la forma correcta, su cabeza queda incrustada en la piel del animal, lo que puede derivar en una infección de carácter grave. Igual que en el caso anterior, collares repelentes y pipetas antiparasitarias son las mejores opciones para evitarlas.
- Ácaros: se alojan en los conductos auditivos y pueden generar otitis, en sus casos más leves, e incluso sarna otodéctica, una dolencia muy frecuente en los gatos y que se contagia fácilmente por contacto directo con individuos afectados. Este problema se previene y se cura con productos específicos para el tipo de ácaro que tenga el felino.
Tipos de antiparasitarios disponibles en el mercado
Si tienes que comprar el antiparasitario interno o externo para tu gato y estás un poco perdido, a continuación te explicamos cuáles son los tipos más frecuentes que puedes encontrar y para qué sirven.
Antiparasitarios externos para gatos
Se aplican en directamente sobre la piel del animal, normalmente en la zona trasera del cuello, para impedir que lo puedan eliminar a lametazos, y se extienden a través de la capa lipídica de la piel o directamente pasan al torrente sanguíneo.
Son la mejor opción si te resulta complicado que tu mascota acepte comprimidos, gotas o cualquier otro tipo de medicación: sprays antiparasitarios, repelentes de insectos, champús y lociones o collares repelentes te ayudarán a prevenir que los parásitos elijan el cuerpo de tu mejor amigo para proliferar.
Productos como Comfortis, Advocate Gatos, Advantage, Frontline Combo, Frontline Combo spot-on, Broadline, Vectra Felis, Stronghold, Stronghold Plus, Bravecto Gatos, Bravecto Plus y Seresto son los más adecuados para realizar las desparasitaciones externas de tu gato.
Antiparasitarios internos para gatos
Protegen a tu gato de los parásitos que pueden anidar en su interior desde dentro, es decir, se trata de tratamientos orales, comprimidos y gotas, normalmente con sabores que resulten apetitosos para el animal, como la carne, para ayudar a su ingesta.
Si estás pensando en comprar un antiparasitario interno para gatos, debes saber que entre sus desventajas destacan que las pulgas o garrapatas deben morder al animal para envenenarse y morir, mientras que en el caso de un collar o pipeta, la muerte se produce sin que lleguen a dañar al felino.
Además, puede ser complicado administrar tratamientos orales a un gato, que tienden a vomitar si les obligamos a ingerir algo que no quieren, lo que elimina el efecto de las pastillas.
Tratamientos como Milbemax (Milbactor o Milpro), Drontal, Advocate, Broadline, Stronghold, Stronghold Plus, Bravecro Plus y Profender son los antiparasitarios para gatos en pastillas más comunes y adecuados para evitar gusanos y otros parásitos internos.
¿Y si mi gato nunca sale al exterior?
Normalmente, los gatos domésticos conviven con las personas en su hogar, al que acuden a comer y a dormir, pero tienen acceso al exterior, donde salen para explorar el territorio, cazar y socializar con otros gatos. Es en esas salidas al exterior donde se producen la mayoría de infestaciones por parásitos.
¿Quiere esto decir que si tu gato no sale fuera no tienes que desparasitarlo? En absoluto. Como ya hemos visto, los parásitos internos pueden haber llegado a su intestino cuando era cachorro, a través de la leche de su madre. Además, en determinadas zonas, el mosquito transmisor de la filaria (gusano del corazón) puede picar al animal incluso sin salir de casa.
Por otro lado, el carácter curioso de los gatos hace que estos sean proclives a “correr aventuras” si ven la ocasión de salir y hay algo en el exterior que les llama la atención. Es decir, aunque no tengas previsto que tu gato tenga acceso libre al exterior, es posible que accidentalmente se escape y lo mejor es que esté lo más protegido posible.
Finalmente, es necesario hacer un aviso: cualquier desparasitación que administremos a nuestro gato debe estar consensuada y recomendada por el veterinario, que podrá ofrecernos las recomendaciones acerca de qué es lo mejor para el animal.
Si, además, tienes perro, evitar dar a ambos animales la misma desparasitación: cada una está formulada para las necesidades concretas de cada especie y puede causar daños si se administra de forma incorrecta.