Como sabes los gatos formaron parte muy importante de la cultura del Antiguo Egipto por un tema religioso, ya que el gato, como felino, pertenece a la misma familia de mamíferos que el león, el Dios del sol Ra para los egipcios. Los ojos del león reflejan los rayos del sol y combaten la oscuridad. De esta forma los gatos en Egipto llegan a ser los animales más sagrados, teniendo réplicas en templos y pirámides con el fin de proteger a los dioses.

Representaciones divinas del gato: la diosa Bastet
La primera representación divina del gato tuvo lugar cuando la diosa Bastet, símbolo de la fecundidad y de la belleza, se representó con una cabeza de gato. La diosa simbolizaba la luz, el calor y la energía solar, pero también, debido a sus rasgos felinos, representaba el misterio, la noche y la luna. Además, se creía que ayudaba a la fecundidad de hombres y animales, que curaba enfermedades y que velaba las almas de los muertos.
En la cultura egipcia sólo los faraones tenían el honor de tener y domesticar a esta criatura sagrada. También existía una ley que prohibía la venta, el maltrato o la muerte de estos animales. El castigo para aquel que osaba matar un gato era también la muerte. Los faraones también consideraban sagrados a otros animales, como serpientes, vacas y peces, pero el gato seguiría siendo el más sagrado de todos.
Matar a un gato: pena de muerte
En la cultura egipcia sólo los faraones tenían el honor de tener y domesticar a esta criatura sagrada. Pero además, la protección a los felinos iba mucho más allá: si alguien osaba acabar con la vida de un gato, el castigo a su ofensa era nada menos que la muerte.

Los gatos como compañeros de caza
Los egipcios tenían como compañeros de caza a los gatos, en vez de llevar perros, que ya en ese momento eran domesticados con este fin en otras partes del mundo. Además, en el exterior de los hogares era costumbre colocar la estatua de un gato para proteger a los habitantes de los espíritus malignos.
Culto a los felinos: momias y templos
En la cultura egipcia, las familias adineradas tenían la costumbre de momificar a sus gatos cuando estos fallecían. La adoración que recibían los felinos era tal que en caso ocurriera un incendio, las personas se ubicaban alrededor del fuego para evitar que alguno de estos animales saltara hacia las llamas.

¿Realmente los egipcios domesticaron al gato?
Si, la historia nos dice que hacia el año 2000 A.C, los egipcios comenzaron a domesticar a los gatos. También denominaron al gato macho myeou en el Alto-Egipto, haciendo referencia a la onomatopeya de su maullido, y a las hembras las llamaban techau, nombre que han encontrado grabado en muchas tumbas de mujeres. De esa primera denominación proviene la etimología de la actual raza de gatos mau egipcio.
De la veneración egipcia a la persecución en la Edad Media
Después de la veneración egipcia por los gatos, llegó la Edad Media, época en la que los gatos eran perseguidos y quemados en hogueras. En esta época, los gatos pasaron a ser odiados y temidos a causa de la religión cristiana y sus supersticiones con el demonio. Se tenía la creencia, sobre todo del gato de color negro, que era un instrumento del demonio y de las brujas debido a sus hábitos nocturnos.