Se dice del mau egipcio que es descendiente directo de los gatos venerados por los antiguos egipicios. La belleza de este felino está en su pelaje atigrado natural y en sus ojos almendrados. Parece que están pintados con khol, el maquillaje con el que delineaban sus ojos los habitantes del Antiguo Egipto. Las patas traseras son más largas que las delanteras y esto le convierte en uno de los mininos domésticos más veloces. Este gato tan fascinante es muy activo y un gran escalador. Estará encantado con un árbol o torre rascador para gatos donde trepar y entretenerse con sus ideas gatunas. Es un compañero un tanto independiente pero también necesita cariño y atención.
