¿Cómo es la muda de pelo en los gatos?
Lo primero de todo es establecer que, verdaderamente, lo que le ocurre a tu gato no es normal y, para ello, debes descartar que se trate de una muda periódica.
Generalmente, estas ocurren dos veces al año: una en primavera, cuando el felino pierde gran cantidad de pelo para estar más fresco en los meses de más calor, y otra en otoño, cuando desarrollan un manto más grueso que les proteja del frío en invierno.
Causas de la caída de pelo en felinos
Una vez que hemos descartado las causas fisiológicas, debemos establecer otros motivos por los que el animal puede estar perdiendo más pelo de lo normal. Te mostramos algunas de las causas más probables a continuación.
Causas hereditarias y congénitas
Existen determinadas razas que no tienen pelo o no lo desarrollan en determinadas zonas del cuerpo, pero esto no se puede considerar una patología, sino una característica del tipo de gato. Algunas razas de gato sin pelo son el Esfinge o Sphynx, el Cornish y el Devon Rex.
Estrés
Los gatos son animales muy sensibles a las circunstancias que los rodean: la falta de estímulos o el exceso de los mismos, cambios en las rutinas del hogar, llegada de un nuevo animal o un bebé a la familia… pueden afectar a la conducta del minino, provocando lo que se conoce como “acicalamiento excesivo”, una conducta de lamidos obsesiva que puede llegar a generar calvas en el pelaje del animal.
Alergias
Ya sea alimentaria, al polen, a los ácaros del polvo… Los gatos son propensos a las alergias y éstas pueden generar pérdida de pelo general o localizada.
Mala alimentación
El gato es una animal esencialmente carnívoro y su dieta debe estar compuesta por proteínas de alta calidad. Una falta de las mismas puede provocar que el pelo se vuelva opaco y frágil, perdiendo su brillo.
Infecciones o parásitos
Pulgas, ácaros e infecciones micóticas son causa habitual de la pérdida de pelo localizada en felinos: la molestia y escozor que provocan acentúan el lamido del animal, lo que puede contribuir a una pérdida de pelo más rápida.
Enfermedades no relacionadas con la piel
En ocasiones, se debe buscar un problema más profundo a la alopecia de nuestro gato. Dolencias como insuficiencia renal, anemia crónica, enfermedad inflamatoria intestinal, cáncer o insuficiencia hepática pueden provocar una pérdida de pelo más o menos grave.
Así mismo, determinados problemas circulatorios (que afectan al riego del folículo piloso) y hormonales (sobre todo los que afectan al estrógeno, testosterona, melatonina, hormona de crecimiento y cortisol) pueden derivar en problemas de alopecia felina.
La tiña
Se trata de una infección por hongos, que provocan que no crezca pelo a su alrededor. Se caracteriza por generar pequeñas calvas por el cuerpo del animal y se debe consultar con un veterinario sin demora, ya que, además, es muy contagiosa para los humanos.
¿Cómo se trata la caída excesiva de pelo en los felinos?
El primer paso siempre debe ser acudir al veterinario, ya que sólo este profesional podrá dar con la causa real de la alopecia y poner los medios para su curación.
No obstante, cada motivo tiene una solución específica:
- Estrés: el tratamiento se basa en mejorar la alimentación de la mascota, aumentar su tiempo de juego y proporcionarle momentos de relajación, con el objetivo de que recupere la estabilidad emocional perdida.
- Tiña: se ataja con un tratamiento médico de larga duración, combinado con la desinfección periódica de los áreas en las que haya podido enraizar el hongo.
- Alergias: se debe descubrir qué es lo que provoca la hipersensibilidad en el gato y eliminar la exposición a ese alérgeno, hasta conseguir que mejore.
- Mala alimentación: tan fácil como cambiar la alimentación del felino a una basada en proteínas de alta calidad, con piensos formulados de forma específica.
Cómo cuidar el pelo de tu gato
Cuidar el pelaje del gato para evitar que se produzcan caídas excesivas, que incluso puedan derivar en calvas, no te llevará demasiado tiempo y se traducirá en mejor salud y aspecto para tu mejor amigo:
- Higiene y cepillados periódicos: un buen cepillado del pelo, especialmente en periodos de muda, no sólo contribuye a eliminar pelos muertos y mejorar la higiene del gato, sino que reforzará tus vínculos con él.
- Cuidados básicos de la salud: seguir el calendario de vacunación y las desparasitaciones pautadas puede resolver muchos problemas antes de que se produzcan. Por ejemplo, si tu gato es alérgico a la picadura de las pulgas pero jamás tiene una, no sufrirá con ella.
- Eliminación del estrés: por un lado, debes proveer al felino de un entorno en el que se sienta seguro y protegido pero, por otro, el gato debe poder disfrutar de actividades lúdicas que le permitan utilizar su instinto e inteligencia, para que el aburrimiento no sea un problema.
- Alimentación: una buena alimentación, basada en proteínas de calidad, es crucial para el buen funcionamiento de todos los sistemas del gato. Afortunadamente, en el mercado puedes encontrar gran variedad de piensos de alta especialmente formulados para que a tu mascota no le falte de nada.