Por otro lado, una visita anual o semestral al veterinario es necesaria para que el profesional revise al gato y controle su salud. Finalmente, debes estar atento a cualquier síntoma de dolencia que presente el gato para ayudarlo de forma rápida y efectiva. Para ayudarte a saber si tu gato está enfermo, te mostramos algunas señales más comunes.
Fiebre
Para saber si el gato tiene fiebre, es probable que tenga el hocico seco y caliente. Además, la fiebre en gatos provoca que el manto pierda su brillo. Con un termómetro puedes tomarle la temperatura anal. Debes hacerlo con mucho cuidado, ya que no suele gustarles la maniobra y pueden revolverse y morder.
La temperatura debe oscilar entre los 37 y 39 grados centígrados. Si los supera su estado es febril y deberás llevar al gato al veterinario, ya que es muy posible que tenga alguna infección.
Más sueño
Cada gato es diferente, pero es probable que lo conozcas perfectamente. Los gatos en promedio duermen aproximadamente 12 horas diarias. El gato algunas veces puede ser más inquieto y dormir menos o más dormir más pero, si notas algún cambio repentino en la actividad y actitud del gato, puede que te esté comunicando algo, mucho cuidado.
No bebe agua
Un gato debe estar siempre hidratado ya que es básico para su salud y en especial en las épocas de más calor debido a que puede sufrir más riesgo de deshidratación o golpe de calor. Asegúrate de que tu mascota siempre tenga acceso a agua y también hidratarle a través de los alimentos. Es importante mencionar que la hidratación es básica para la regulación de la temperatura corporal del gato y para su salud.
Cambios en el pelaje
Observa detenidamente si hay cambios en su pelaje. Puede que se esté cayendo con más frecuencia, tenga calvas o quizá alguna herida. El pelo y la piel del gato nos hablan enormemente de su estado de salud. Estate atento al pelaje y en caso de que encuentres algo raro, como una caída de pelo en el gato un tanto excesiva cuando le cepillas o acaricias, visita al veterinario.
Se rasca mucho
Si el gato se rasca mucho, puede que te esté alertando de que hay algo que le molesta. Obsérvalo y acude a un veterinario, indicale la zona en la que el gato se rasca. Puede tener alguna reacción cutánea, herida o anomalía.
Secreciones inesperadas
Si observas secreciones inesperadas en sus ojos, nariz u orejas es importante que acudas de inmediato al veterinario para que le revise esas zonas. Puede tener algún tipo de infección.
Más ronroneo del habitual
Si tu gato maúlla con frecuencia o no para de ronronear puede que esté sintiendo molestias o dolor y lo esté expresando de esa forma. También puede estar quejándose. Una opinión experta puede decirte con exactitud qué le ocurre.
Tos
Si notas que tu gato tose en exceso, se atraganta o su maullido se ha vuelto más grave, puede que tenga algún problema nasal, pulmonar o algún tipo de resfriado. Debes acudir al veterinario de inmediato.
Cambios de olor
Si notas un olor fuerte y anormal en la bandeja sanitaria del gato, puede que se trate de algún tipo de problema intestinal o excretor severo. De igual forma si notas anomalías en la frecuencia o en el aspecto básico de sus desechos, es importante que lo anotes y acudas al veterinario. Además, el mal aliento en gatos, especialmente si es repentino y poco habitual, es un signo de alerta que debes tener en cuenta.
Desequilibrio
Si notas mareos en el felino, que camina raro, falta de coordinación o desequilibrio es imprescindible que acudas al veterinario, puede tratarse desde un problema nutricional que le produzca un bajo estado vitamínico a problemas más serios como un problema neuronal.
Vómitos
Si observas que tu gato vomita con frecuencia o tiene arcadas, debes acudir al veterinario de inmediato ya que puede tratarse de algún tipo de anomalía intestinal o incluso que haya algún tipo de alimento que el felino no tolere.
Inactividad o inquietud
Los gatos pueden ser más o menos activos en función de su personalidad pero, si observas demasiada inactividad o, de lo contrario, está bastante inquieto, puede que te esté alertando de alguna anomalía.
Inapetencia
Si tu gato no está bien uno de sus primeros síntomas será la inapetencia: dejará de mostrarse interesado por la comida, incluso por aquellos alimentos que normalmente le encantan.
Aumento de peso
También si el gato presenta un deseo incontrolable por comer, de repente aumenta de peso rápidamente y da pie a engordar. Es una señal clara de que algo no está bien.
Accidentes fuera de la arena
Si tu gato lo notas más propenso a tener accidentes fuera de la bandeja de arena, es importante que sepas que orinar o defecar fuera de la bandeja no suele ser un episodio accidental. Puede que se trate de alteraciones en el tracto urinario provocadas por una cistitis o un cuadro elevado de estrés.
No se acicala como de costumbre
Como sabes los gatos pasan gran parte de su tiempo acicalándose lo que mantiene su pelo limpio y brillante. Si tu gato deja de dedicar tiempo a este ritual de aseo, su pelo empezará a verse en mal estado y en su piel podrían aparecer escamas blanquecinas que pueden ser caspa. Esto podría indicar que a tu gato le duele la boca o que tiene gingivitis.
¿Qué hacer si crees que tu gato está enfermo?
Forzosamente es necesario que visites al veterinario y más si identificas alguna de las señales mencionadas, recuerda que es muy importante que palpes el cuerpo de tu gato de forma periódica, sobre todo, abdomen y mamas en el caso de las gatas, para asegurar que no se ha generado ningún quiste o protuberancia. En el caso de ser así, debes acudir al veterinario lo antes posible. La detección precoz es lo más eficaz para prevenir el desarrollo de enfermedades de mayor gravedad y consecuencias.