Los gatos son por lo general animales algo territoriales y esto puede derivar en problemas a la hora de relacionarse con otros felinos, con nosotros o con su entorno. A continuación puedes encontrar los problemas de comportamiento más comunes. Si tu gato sufre alguno de ellos intenta ponerle remedio lo antes posible y en caso de que no puedas, busca ayuda profesional.
Marcar con orina
Este es un comportamiento muy habitual en gatos no castrados. Ya que es una de las maneras que tienen de marcar su territorio y generalmente tiene un componente sexual. Para solucionarlo lo más rápido suele ser la esterilización. Que además tiene muchas otras ventajas como evitar que se reproduzca o que se escape. En caso de que no quieras hacerlo puedes intentar poner obstáculos en los lugares en los que orina habitualmente.
Hacer sus necesidades fuera del arenero
En primer lugar hay que señalar que nunca es un comportamiento erróneo cuando hablamos de cachorros. Ya que puede ser simplemente que aún no haya aprendido a usar la caja de arena. En el caso de adultos tenemos que valorar si no puede ser por problemas de salud como infecciones de orina. Si tras una revisión comprobamos que está sano puedes intentar las siguientes soluciones:
- Limpiar el arenero más frecuentemente
- Cambiar el tipo de arena
- Buscar una nueva ubicación a la bandeja
Agresividad entre gatos
Cuando vamos a tener varios gatos conviviendo con nosotros es muy importante hacer una introducción del nuevo gato de manera paulatina para evitar peleas. Tenemos que tener en cuenta su naturaleza territorial, por lo que es muy importante hacer lo siguiente:
- Tener areneros independientes y separados
- Darles de comer en lugares diferentes
- Poner varios bebederos
Si nuestro gato muestra agresividad hacia su compañero repentinamente puede ser porque tenga dolor. En este caso antes de nada es recomendable acudir al veterinario a hacer una revisión.
Rascar lugares no permitidos
Un clásico de muchos hogares con gatos, usar los muebles, el sofá o las cortinas como rascador. Hay que señalar que es un comportamiento natural del gato, pero para redirigirlo podemos hacer lo siguiente:
- Poner distintos rascadores a su disposición
- Usar sprays de feromonas que indiquen donde sí puede rascar
Morder o arañar a los humanos
Cuando son pequeños es normal que los gatos jueguen dando pequeños bocados o arañando, pero debemos enseñarles a controlarlo. Para ello lo mejor es jugar de manera relajada, sin usar nuestras manos o pies como presa. Además, pon a su disposición juguetes para que pueda satisfacer su instinto cazador. Por otro lado su lenguaje corporal y las pupilas dilatadas pueden indicarnos cuando pasa de jugar a “cazar”. En ese momento debemos parar.
Maullidos excesivos
Normalmente los gatos maúllan para pedir comida, salir al exterior y en general llamar nuestra atención. Puede ser que un gato que “hable” en exceso sea para avisarnos de algo, pero hay razas de gatos como el siamés o el snowshoe que son muy parlanchines. Simplemente observa el comportamiento de tu gato y si maulla mucho de manera repetitiva en un momento particular del día como cuando hace sus necesidades, orina o come puede estar indicándonos que no se encuentra bien. En ese caso tendrás que llevarlo al veterinario.