El gato van turco es un gato de leyenda y nada menos que de origen divino. Según cuentan los judíos fue tocado por Dios en el arca de Noé haciéndole esas marcas de distinto color en el pelaje. Los seguidores del islám proclaman que fue Alá quién le tocó y le dejó su huella con esas manchas en la cabeza y en la cola. Este gato turco es bastante activo. Le encanta correr, brincar y divertirse con juegos de acecho y de persecuciones. También le encanta el agua. Sus ancestros que habitaban cerca del Lago Van eran excelentes pescadores y no dudaban en sumergirse para nadar y coger los peces. Así que no te sorprenda que juegue con el agua cuando pueda. Este minino es muy mimoso y adora la compañía por lo que disfrutará mucho de tus achuchones.
