Gato Van Turco

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El gato van turco es un gato de leyenda y nada menos que de origen divino. Según cuentan los judíos fue tocado por Dios en el arca de Noé haciéndole esas marcas de distinto color en el pelaje. Los seguidores del islám proclaman que fue Alá quién le tocó y le dejó su huella con esas manchas en la cabeza y en la cola. Este gato turco es bastante activo. Le encanta correr, brincar y divertirse con juegos de acecho y de persecuciones. También le encanta el agua. Sus ancestros que habitaban cerca del Lago Van eran excelentes pescadores y no dudaban en sumergirse para nadar y coger los peces. Así que no te sorprenda que juegue con el agua cuando pueda. Este minino es muy mimoso y adora la compañía por lo que disfrutará mucho de tus achuchones.

Origen: Turquía.
Peso: De 6 a 8 kg.
Carácter: Cariñoso y activo.
Color: Blanco con patrón que admite color rojizo, castaño, azul y crema.
Pelaje: Semilargo.
Cabeza: Triangular.
Orejas:Grandes.
Ojos: Ovalados. Color azul y ámbar. Presentan heterocromía.

Cuidados

El gato van turco es bastante sano y si sigues los cuidados básicos gozará de buena salud. Como tiene un pelaje abundante es muy importante que le cepilles habitualmente para evitar los nudos. Entre las enfermedades que pueden afectar a este felino está la miocardiopatía hipertrófica que es una afección muy común en ciertas razas de gatos basada en factores genéticos. Este es lado más controvertido la cría de razas gatunas porque los criadores usan ejemplares consanguíneos se favorece que ciertos genes se hereden con frecuencia originando o transmitiendo enfermedades. La sordera es otra dolencia que puede afectar también al gato van turco porque está relacionada con los gatos de color blanco.

Historia

El gato van turco es un felino que ya estaba presente en la época de los hititas y que se iría desplazando a partir de las migraciones y el comercio hacia otros lugares. Se han encontrado representaciones de la civilización hitita de este fascinante gato en excavaciones arqueológicas realizadas en Armenia. A mediados del siglo XX dos viajeras inglesas descubren en Ankara a este precioso gato que se llevaran como regalo a su país natal. Así empieza su popularidad que va extendiéndose años más tarde a EEUU. Actualmente el centro de investigación y cría Van Kedisi Evi en Turquía, adscrito a la Universidad local, se encarga de proteger y preservar el gato van turco con sus características originales y sin cruzar con otras razas.  Estos ejemplares están protegidos por el gobierno turco y no pueden salir del país. En Europa y EEUU existen criadores especializados de este particular felino pero muchos de ellos han sido cruzados con otras razas y han dado lugar a diferentes variedades de color en el pelaje.